R. Zaragoza - 3 : U.D. Montecarlo - 0

25 minutos de ensueño y 3 de pesadilla definieron la actuación de la U.D. Montecarlo en su intento de asaltar la ciudad deportiva y de aferrarse a sus últimas posibilidades de entrar en la disputa del campeonato. No pudo ser y se volvió a cumplir una de las máximas de este deporte, el que perdona acaba pagándolo, y a qué precio. 

Comenzó la primera mitad y pronto se vio lo que iba a ser la tónica general del encuentro, el Montecarlo, bien plantado tácticamente, en ocasiones realizaba una gran presión sobre su rival lo que le impedía realizar su juego habitual. Tanto es así que apenas le duraba la posesión al Zaragoza mientras que el cuadro rojillo robaba una y otra vez el esférico e iniciaba sus ataques desde posiciones muy avanzadas, moviendo bien el balón y creando continuo peligro. 

El dominio era claro y meridiano de los de torrero y las ocasiones fueron llegando, pero unas veces el guardameta local, otras la falta de acierto visitante, evitaron que el marcador se pusiera de cara a los interés de la U.DE. Montecarlo. Se respiraba nerviosismo entre la parroquia y el banquillo local que veían como un Montecarlo dominador se acercaba una y otra vez sobre su portería llegando a generar 4 o 5 ocasiones claras de gol, mientras el poder ofensivo de los locales se reducía a alguna salida aislada sobre todo por la banda izquierda. Sobre el minuto 25 de esta primera mitad se produjo el primer acercamiento serio de los locales, preludio de lo que ocurriría minutos más tarde, llegando al término de la primera mitad, cuando otra internada por la izquierda acabó en el saque de esquina que, rematado de cabeza por un delantero local supondría el 1-0 para el Zaragoza. Duro castigo para un Montecarlo que había sido mejor que su rival y que se veía en desventaja casi en la única aproximación de estos. 

Pero mayor sería el castigo cuando instantes después, con el tiempo ya cumplido, el Zaragoza aprovechó el desconcierto visitante para lanzar una magnífica contra que significó el 2-0. Estos dos mazazos no los pudo digerir el Montecarlo que ya no pudo volver a entrar en el partido. 

La segunda mitad fue un monólogo del cuadro local, ante un conjunto rojillo que ya no tuvo fuerzas para seguir en la lucha y bastante hizo con defenderse ante las acometidas del cuadro blanquillo que ahora sí que podía realizar su juego rápido y preciso. Consiguió un gol más el Zaragoza y pudo ampliar su ventaja, pero hubiera sigo injusto un mayor castigo para un Montecarlo que, mermado en sus fuerzas y en su ánimo, apenas se acercó en esta segunda mitad al área local. 

No sé si hubiera sido posible la victoria en caso de haber acertado con la portería rival en alguna de ocasiones con las que contó el cuadro de torrero, porqué soy consciente del potencial de un equipo como el Zaragoza y de lo largos que se hacen los partidos a los equipos rivales, pero de lo que estoy seguro es que el cuadro de torrero hubiera vendido muy cara su derrota en caso de producirse y que hubiera tenido oportunidades de conseguir algo positivo sin lo acontecido en la primera mitad. Durante 25 minutos el Montecarlo dominó al Real Zaragoza en la ciudad deportiva pero los 3 últimos del primer tiempo sentenciaron el partido. Nunca sabremos lo que hubiera podido pasar y ahora sólo queda mirar hacia adelante y pensar en lo que queda de campeonato para intentar terminar lo más arriba posible, con el convencimiento que este equipo tiene potencial para dar aún muchas alegrías a las afición de los de torrero.

La puyita de alasan: Poco hay que decir en el desarrollo general del partido de ayer, fue una derrota dolorosa sobre todo por como se produjo, después de un comienzo arrollador, con un muy buen planteamiento y donde sólo faltó la puntería. Aún así hay que evitar que situaciones como las del segundo gol se repitan. Encajamos un gol de corner que tira por tierra todo el esfuerzo realizado, es duro lo se, pero no podemos perder los papeles y permitir que en la jugada siguiente el rival nos coja totalmente desordenados, medio equipo al ataque, como si estuviésemos jugando los últimos minutos del último partido de algo. El primer gol es duro, pero con 1-0 aún estábamos en el partido, y el 2-0 nos mató. Aún así hay que estar orgullosos de los chicos que durante casi toda la primera mitad se comieron a todo un Zaragoza, sin olvidar que en la segunda, con todo en contra, supieron aguantar para evitar un resultado que de bajar definitivamente los brazos, hubiera podido ser muy abultado, y no debió ser nada fácil para los chicos tras el esfuerzo baldío realizado en la primera mitad..