Trabajada, sufrida y disputada victoria de los chicos de la U.D. Montecarlo contra un equipo del Helios que dominó completamente la primera mitad pero que se mostró muy inofensivo en ataque, mientras que los de torrero se pusieron por delante sin apenas hacer nada y luego supieron reaccionar a tiempo tras el empate heliófilo.
Preciosa y soleada mañana en el José Luis Violeta que enfrentaba a dos de los mejores equipos de la competición.
Pronto enseñó sus credenciales el Helios, haciéndose con el control del partido desde el pitido inicial, robando y combinando bien pero sin apenas crear peligro; frente a ellos el Montecarlo salió dormido, como aletargado, nada que ver con el de la jornada anterior, apenas le duraba el balón unos segundos cayendo en el nerviosismo y viéndose claramente superado por su rival se defendía como podía. Nada hacía presagiar el desenlace final del partido, aunque bien es cierto que el cuadro azulón a pesar de intentarlo una y otra vez, no conseguía superar la defensa local y sus ataques morían sin llevar excesivo peligro sobre la meta rojilla. Pasaban los minutos y el Montecarlo consiguió salir una vez sobre el cuarto de hora, lo que le bastó para plantarse sólo ante la meta visitante, errando el disparo el delantero local con todo a favor en la ocasión más clara hasta ese momento y anticipo de lo vendría más tarde.
Siguió dominando por completo el Helios pero seguía con la pólvora mojada y así fueron pasando los minutos hasta que sobre la media hora de juego en un saque de falta, la disputa de un delantero rojillo hace que el portero despeje en corto y otro compañero aprovechó para establecer de cerca el 1-0. Lo seguiría intentando el cuadro azulón pero con la victoria local se terminaría la primera parte, caracterizada por un gran juego del Helios carente de pegada y un pobre, muy pobre Montecarlo al que le había bastado un par de destellos para ponerse por delante.
La segunda mitad comenzó de forma fulgurante y en la primera jugada consiguió el cuadro visitante lo que no había logrado en los primeros 35 minutos, perforar la portería local en remate en semifallo que aprovecha un delantero para marcar a placer. Con el empate tan rápido la parroquia local se temía lo peor visto lo acontecido hasta ese momento, pero el gol cambió por completo el partido. El cuadro local cogió ritmo, se fue hacia arriba, presionó a su rival y el partido comenzó a parecer lo que todos esperaban entre el 3º y 4º clasificados.
Tal fue el cambio de los del canal que pasaron de dominados a dominadores, comenzado a llegar cada vez con más peligro sobre la meta visitante, así a los 15 minutos ya lanzó un aviso de lo que vendría luego estrellando un balón en el larguero de un gran remate de cabeza. El partido se mostraba vibrante y ambos conjuntos intentaban imponer su juego, pero el cuadro local el que mostraba mayor peligro en sus aproximaciones y así en una preciosa combinación por la banda derecha el centro es rematado de forma inapelable por un delantero local que ponía de nuevo en ventaja a los de torrero. Ya no cederían los jugadores del Montecarlo ante el empuje del Helios por intentar equilibrar el marcador, el partido se convirtió en un ida y vuelta sin apenas ocasiones, si bien los visitantes estuvieron cerca en un último remate de cabeza.
La victoria hace que el Montecarlo tenga a su alcance el tercer puesto de la clasificación, gracias a su acierto y a la gran reacción tras el gol visitante, equipo este que mostró el gran nivel de juego del que ha hecho gala durante toda la competición, y que ya mostraba en temporadas anteriores, pero que con su falta de mordiente permitió que el Montecarlo siguiera vivo en el partido hasta que con su reacción en la segunda mitad mostrase su potencial y lograse imponerse en este trepidante partido.
La puyita de alasan: Jugamos con fuego al conceder tanta ventaja a un equipo como el Helios durante la primera mitad, y es que no todos los partidos son iguales y a veces hay que cambiar las cosas en virtud del rival. Su fuerte estaba en la zona central y nosotros actuamos con las piezas muy separadas en esa línea, más pendientes en ocasiones de las bandas que del centro y eso casi nos cuesta caro. Tal era la distancia entre los jugadores que se hacía muy difícil defender y cuando se recuperaba el balón, además de los nervios propios del que se ve acorralado, tampoco se podía jugar cómodo por la distancia existente. Cuando el equipo está mal y se ve superado por el rival como fue el caso, hay que juntar mucho las líneas y evitar que nos pillen fuera de sitio, mantener las posiciones pensando que si se juega de defensa la principal misión es defender y ya se atacará cuando toque. Elogiar la reacción que tuvo el equipo en la segunda mitad y que mostró lo que este equipo puede dar, haciéndonos con una importante victoria ante un gran rival.
