U.D. Montecarlo - 3 : C.D. Juventud de Huesca - 0

Partido intrascendente el que hemos presenciado esta mañana en el José Luis Violeta, en el que la superioridad de los locales ha sido tan manifiesta que el partido ha resultado un monólogo donde el único aliciente era ver cuantos goles eran capaces de conseguir los de torrero. Pero suele ocurrir que estos partidos con tanta superioridad no siempre sacan lo mejor de los jugadores como así ha ocurrido y tras un primer tiempo en el que el marcador ha podido ser de escándalo, el segundo tiempo ha resultado más deslavazado y en ningún momento se ha visto al Montecarlo con un juego excesivamente fluido. 

Los oscenses por su parte bastante tenían con frenar las acometidas de su rival y no se han acercado con peligro ni una sola vez en todo el encuentro.

No voy a realizar una crónica al uso dado que poco o nada de disputado ha estado el partido, tan solo reseñar que en la primera mitad marcó dos goles el cuadro local y tuvo otras 5 o 6 ocasiones magníficas de marcar, incluidos dos postes. El 3-0 definitivo llegó al poco de la reanudación y pudo ampliar el marcador el Montecarlo en 3 o 4 ocasiones más incluido un penalti desperdiciado.

Poco más que decir, preciosa y placentera mañana para los de torrero que les sirve, a tenor de los resultados restantes, para seguir situados en lo alto de una clasificación que se comprime más y más, pero que no realizó un encuentro brillante, a pesar de lo cual pudo haber goleado con rotundidad a un rival que apenas pudo oponer resistencia.

La puyita de alasan: Nos ha faltado de nuevo la paciencia y la tranquilidad para mover el balón con soltura cuando enfrente había un rival que apenas nos presionaba. Se que estos partidos no resultan fáciles de jugar, que falta la tensión y la intensidad de otros encuentros más disputados, pero deberían servir, ademas de para probar cosas y dar minutos a todos los jugadores, para intentar jugar con más pausa y criterio que es precisamente una de las cosas en la que debe mejorar este equipo. Sigo viendo a algún jugador que va por caminos distintos a los de sus compañeros, que siempre le sobra un toque o un regate, que no es capaz de dar un pase atrás  y eso no facilita para nada las cosas.