U.D. Montecarlo -3 : S.D. Huesca - 1

Trabajado triunfo de la U.D. Montecarlo frente a una S.D. Huesca que demostró ser un muy buen conjunto al que su falta de mordiente en los metros de finales penaliza en exceso.

Fría y ventosa tarde la vivida en el José Luis Violeta para presenciar un partido en el que los locales no podían fallar si querían seguir la estela del grupo cabecero, y comenzó fuerte el Montecarlo presionando muy arriba a su rival que veía frenadas sus intenciones de sacar jugado el esférico una y otra vez, con rápidos robos de balón que acercaban el peligro a la meta oscense. Pronto llegaría el premio para los de torrero y aún no se había llegado a los 10 minutos cuando un balón largo entre los centrales oscenses es aprovechado por un delantero local para elevar el balón a la salida del portero y hacer el 1-0.

Todo se ponía de cara para el cuadro local, pero el Huesca comenzó a manejar mejor el balón, se hizo con el control del juego, y aunque no llegaba con peligro, pasó a controlar el partido. Es entonces cuando se notó la presencia de jugadores fuera de su posición habitual en las filas rojillas, motivado por varias bajas, y comenzaron a verse algunas imprecisiones. Ninguno de los dos conjuntos generaba ocasiones gol, y aunque la más clara la tuvo el Montecarlo con un disparo de falta a la escuadra, eran los visitantes los que habían tomado el mando en el juego. Buen juego oscense pero carente de peligro arriba, no inquietaba la portería local y sólo algún despiste o imprecisión de estos podía poner en juego la ventaja obtenida, como así sucedió sobre la media hora de esta primera mitad, un balón que va hasta casi la esquina del córner, un mal despeje del portero para dejar sólo a un delantero rival que logra el empate a puerta vacía. Era el 1-1 con el que nos íbamos al descanso. 

En la segunda mitad el cuadro local reorganizó sus piezas y tomo el mando de las operaciones y si bien no realizaba un juego brillante, si tenía a su rival prácticamente en su propio campo, comenzando a llegar con más peligro sobre la meta visitante, como un centro desde la derecha que es cabeceado al travesaño y el posterior remate detenido por el portero oscense. Sin grandes ocasiones se adivinaba el peligro sobre la meta del Huesca y a este le costaba salir más que en la primera mitad. Sobre el minuto 20 de este periodo llegó el ansiado gol local, fruto de un balón colgado sobre la meta visitante que el portero no puede atajar y un delantero local esta hábil para introducirlo en la portería. Este gol obligó al cuadro oscense a estirarse y el partido se abrió, pero los locales estaban ahora bien posicionados mientras esperaban para rematar el partido a la contra. Tuvo el cuadro oscense su mejor oportunidad para empatar de nuevo el encuentro en una buena jugada por la izquierda que culminó con un pase entre líneas despejado por un defensa local cuando el portero ya había sido superado en su salida. Respondió el cuadro local a la media hora de juego con una buena jugada que obligó al portero visitante cometer una peligrosa falta fuera del área; la falta fue sacada sin peligro, pero supuso un aviso para los oscenses, y más cuando a los pocos minutos, una galopada desde el centro del campo culminó con un zurdazo que se coló por la escuadra de su portería en lo que significaría el 3-1 y resultado final del partido. 

La U.D. Montecarlo tuvo que ponerse el mono de trabajo en la segunda mitad para doblegar a una S.D. Huesca que desde mi punto de vista es de los conjuntos que mejor trato de balón tienen, con algunos jugadores de mucha calidad, pero al que su carencia peligro arriba le está privando de aspirar a metas más altas. Resultado justo si tenemos en cuenta las ocasiones de peligro generadas por ambos conjuntos, porque en esto del fútbol lo que cuenta es el gol, y los de torrero andan bien servidos.

La puyita de alasan: Si lo único importante fuera el resultado, poco habría que decir de este partido, pero no es así. Comenzamos muy bien, aplicando la presión que se había ensayado, se consigue el objetivo, el gol y ahí, cuando tenemos que jugar con calma y cabeza es cuando perdemos los papeles y mostramos nuestras carencias. Ojo con arriesgar en ciertos puestos que ya se ha demostrado que nos puede costar algún disgusto ante un rival con más mordiente arriba. Tampoco se entiende que algún jugador jugase fuera de sitio cuando ya se ha visto que su rendimiento y el del equipo se resiente. Perdimos el centro del campo ante un rival que mueve bien el balón y tenía superioridad física en esa zona, pero pasamos muy pronto al juego directo, sin intentar mover el balón por dentro. Para terminar, demasiadas tarjetas por protestar que más adelante pueden pesar.