U.D. Montecarlo - 1 : C.D. Peñas Oscenses - 0

Ya sabíamos que no iba a resultar sencillo doblegar al equipo oscense que se está jugando el descenso en cada partido, máxime cuando presentábamos una defensa de circunstancias debido a las bajas de la jornada anterior, pero en ningún caso preveíamos que el sufrimiento iba a ser tan grande y que la victoria serían tan costosa y afortunada, y es que por ocasiones, el equipo oscense mereció un mejor resultado en su visita al José Luis Violeta.

Nada más comenzar el partido ya se pudo ver cuál iba a ser la tónica del partido, un Peñas luchador y ordenado que no daba un balón por perdido y que pronto contó con un aliado inesperado, la debilidad defensiva del cuadro local que notó en exceso las ausencias. Así en los primeros 20 minutos los continuos desajustes defensivos del Montecarlo propiciaban acercamientos peligrosos sobre su portería, traduciéndose en al menos 2 o 3 buenas ocasiones para inaugurar el marcador evitadas sólo por la falta de puntería visitante o el acierto del portero local, mientras estos, inseguros y nerviosos, apenas se acercaban con peligro sobre la meta oscense. A partir de ese minuto 20 el partido entró en una nueva fase, los desajustes defensivos de los de torrero se minimizaron y el conjunto local comenzó a centrarse en su juego, equilibrando el partido e incluso haciéndose con el control del mismo, aunque sin apenas profundidad y mostrando solo un poco de peligro en centros al área y algún disparo lejano no muy afortunado. 

Comenzó la segunda mitad con un equipo local más centrado y manejando mejor el balón aunque carente de profundidad y un Peñas que ahora esperaba a lanzar alguna contra para hacer daño a los rojillos. Así a los 10 minutos de la reanudación, una buena contra llevada desde la izquierda terminó fuera por poco. Minutos más tarde, un balón recuperado por la delantera visitante volvió a crear peligro y obligó al portero local a una buena intervención. El cuadro local también tuvo una buena oportunidad pero el intento de vaselina del delantero acabó fuera. 

Los minutos pasaban y el partido entraba en su fase decisiva, los locales no acertaban a llevar peligro ante la meta oscense y decidieron arriesgar con un cambio táctico a falta de 15 minutos, lo que les llevó a acercarse con más peligro sobre la meta visitante pero ser más vulnerables atrás. El partido podía caer hacia cualquier lado, los locales disfrutaron de un par de buenas ocasiones que no acertaron a convertir en gol, y los visitantes también tuvieron las suyas con el mismo resultado, hasta que sobre media hora de esta segunda mitad una buena jugada por la izquierda terminaría en el gol que les dio la victoria a los de torrero. Aún lo intentaría el Peñas, y se acercaría a la meta local en balones aéreos, pero era un equipo ya mermado física y psicológicamente que no obtuvo recompensa a su gran esfuerzo. 

En definitiva, el partido se decidió básicamente por la diferencia de calidad en la definición entre ambos conjuntos ya que si los delanteros oscenses hubieran estado más acertados otro resultado hubiera sido posible. Pero esa es la diferencia que hay entre muchos conjuntos en el fútbol actual, la pegada y la seguridad defensiva separan a los equipos en muchos puestos en la clasificación final, y el cuadro rojillo está claro que es superior en ambas, y creo sin duda que de no haber acusado tanto las bajas en defensa (hasta 3 jugadores habituales de esa línea faltaban para este partido) hubiera podido resolver con menos sobresaltos este encuentro.

La puyita de alasan: Es complicado analizar un partido como este y acertar con los motivos por los que no pudimos desarrollar un mejor juego. Está claro que enfrente hay un rival que en este caso está agotando sus últimos cartuchos de salvación; las ausencias en la línea defensiva pesaron demasiado, primero por la propia fragilidad defensiva que se tuvo, concediendo excesiva ventaja al rival, pero creo que su efecto fue mayor en generar inseguridad y nervios al resto del equipo a la par que animar al rival. Llueve sobre mojado y hay que tener muy claro si queremos salir jugando el balón desde atrás, lo que me parece perfecto, los jugadores que están más capacitados para hacerlo. Otro lunar en el equipo,  y reconociendo que al menos ayer se intentó desde el principio jugar el balón y llevarlo de una banda a otra con más o menos acierto, es que la línea delantera no siempre tiene que buscar el espacio en largo, alguien tiene que venir a recibir de espaldas para dar facilidad de salida al centro del campo y al mismo tiempo generar espacios a la espalda de la defensa rival que puedan aprovechar el resto de compañeros. Buscamos muy rápido el último pase que nos deje sólos ante la meta rival y falta más elaboración que es la que te hace generar los huecos suficientes para crear más peligro. Quedan 5 partidos de liga y estamos metidos de lleno en la pelea por el subcampeonado, ese debe ser el objetivo que marque este final de temporada, pero debemos entender que en fútbol no siempre el camino más corto entre dos puntos es la línea recta, no siempre el balón hacia adelante es el que mejor llega al compañero y en muchas ocasiones, más de las que creemos, son los pases hacia atrás para volver a empezar los que nos permiten coger el impulso necesario para seguir avanzando.